Low battery: time to renew and refuel (1)
“Despierto pronto por la mañana con la sensación de no haber descansado. En realidad, no lo he hecho; han sido varias las interrupciones que ha sufrido mi sueño, algunas externas, pero principalmente internas.
Después de una ducha y un café, siento que es el momento de ponerme en marcha, de reducir, al menos un poco, la sensación que se ha instalado en mi sistema de no llegar, si quiera, a lo importante. Pero la energía que tengo disponible es de baja calidad; estoy cansado, algo aturdido y muy presionado.
Comienzo el día con los temas muy urgentes muy claros., tareas rápidas, llamadas inaplazables, algunos temas que debería haber terminado ayer. Mientras tanto, surgen nuevas tareas, también urgentes. Casi prefiero atenderlas según llegan para no seguir acumulando tareas pendientes. La prioridad es lo inmediato. Y cuando por fin tengo algo de tiempo para levantar la mirada y preparar algo con más sosiego, no sé por dónde empezar; se agolpan muchos temas importantes en mi mente.
Decido levantarme a tomar un café para aclarar mis ideas. Cuando vuelvo a la mesa de trabajo han llegado ya varios temas urgentes que resolver. Me pongo a ellos, casi aliviado de no tener que ponerme con temas más de fondo. Paradójicamente, este comportamiento me genera más tensión, pero sigo en lo inmediato y, sin embargo, pensando con angustia cuándo voy a ponerme con lo que de verdad marca la diferencia.
Ya de noche, siento no haber sido productivo, me siento agotado y malhumorado. Está claro que algo no marcha bien, incluso tengo una idea más o menos clara de qué es e incluso de qué tendría que hacer. Bueno, quizá mañana, me digo, será un nuevo día. Al día siguiente me despierto pronto por la mañana con la sensación de no haber descansado. En realidad, no lo he hecho; han sido varias las interrupciones que ha sufrido mi sueño, algunas externas, pero principalmente internas…”
Mucho me temo que esta descripción puede formar parte del paisaje vital de muchas personas que se encuentran en este momento atrapadas en un bucle, en cierta medida, auto-impuesto, pero, sobre todo, provocado por este momento tan excepcional que estamos viviendo.
Con este post inicio una travesía a la que me gustaría que te sumaras con tus comentarios, tus reflexiones, tu presencia.., porque juntos, sin duda, recorreremos este camino mejor. Probablemente nos encontremos en un momento en el que la salud, bienestar y felicidad colectiva se encuentre más desafiada que en décadas, pero de esta situación puede/debe salir lo mejor de cada uno de nosotros. En los momentos de mayor adversidad nos encontramos con mucho sufrimiento y vulnerabilidad, pero también, suele sacar lo mejor de muchas personas. Así como el cangrejo debe liberarse de su exoesqueleto, quedándose temporalmente indefenso, para seguir creciendo, el ser humano, en la vulnerabilidad puede encontrar terreno fértil para crecer y prosperar.