Acerca de la seguridad psicológica y la agilidad

Como una imagen vale más que mil palabras, permíteme compartir ésta que, creo, refleja mucho de lo que estamos viviendo.

En mi carrera aún no he encontrado a ningún manager, directivo o empresario que no quiera que sus equipos mejoren su desempeño, como un predictor de una mayor productividad. Además, progresiva, pero también, inexorablemente, muchas Organizaciones y sus directivos quieren que la consecución de objetivos se realice sin menoscabar la salud, ni el bienestar de las personas.

Productividad y bienestar es un binomio fascinante que, poco a poco, se va abriendo paso, coincidiendo con un cambio de paradigma en los negocios.

¿Te imaginas que una empresa lograra sus objetivos, en menos tiempo, ahorrando costes y aumentando el beneficio, mientras aumenta el orgullo de pertenencia de sus empleados y mejoran los resultados de sus estudios de clima?

La clave está en la calidad directiva

Los mejores directivos se rodean de las mejores personas y éstas suelen buscar las mejores oportunidades y el mejor ambiente de trabajo. Un modelo que se hizo famoso para los equipos comerciales, pero que podemos aplicarlo a cualquier área es el de las 3 R. Los mejores directivos saben que para lograr un óptimo desempeño necesitan, en primer lugar, acertar con el reclutamiento del equipo (Recruiting), a continuación, necesitan retener ese talento a través de las mejores prácticas del management (Retention); y si esto funciona, el equipo se las ingeniará para lograr los resultados propuestos (Revenue).

La cultura de la organización tiene un rol estelar a la hora de marcar el camino para lograr un “Recruiting” y un “Retention” exitoso ¿En esta organización hay algún tema tabú del cual es mejor no hablar? ¿Está bien visto preguntar si no entiendo algo? ¿Puedo reconocer errores o es mejor ocultarlos? ¿Siento que mis ideas son bien recibidas y se valoran? ¿Veo autocrítica a mi alrededor? ¿Veo disposición a cambiar las cosas cuando alguien demuestra una forma mejor de hacerlas o más eficiente? En definitiva ¿la cultura de la organización promueve la ausencia de miedo interpersonal?

Una organización con una apuesta fuerte por promover la Seguridad psicológica en sus equipos, a continuación, debe de crear y mantener unos procesos robustos que la garanticen. Las metodologías ágiles pueden ayudarnos a sistematizar los flujos de información y de interacción. Estas metodologías van a facilitar que cada miembro del equipo tenga claridad sobre lo que se espera de él o de ella. También, facilitará que cada miembro del equipo entregue las cosas a tiempo y con la calidad acordada. Pero sin seguridad psicológica, las metodologías ágiles se quedan, literalmente, a mitad de camino.

Según la revista Harvard Business Review “La agilidad no funciona sin seguridad psicológica”. En concreto, el 50%. de las organizaciones que introducen metodologías ágiles no logran los resultados esperados. Podríamos pensar que en las empresas donde no ha funcionado, no se ha realizado una implementación correcta de los procesos y herramientas vinculados a los principios de la agilidad, pero seguramente, nos acercaremos más a la realidad si pensamos que Scrum o sprint no son la esencia de las metodologías ágiles, sino la forma como interactúan los miembros del equipo. La esencia de las metodologías ágiles no es técnica, sino cultural.

¿Se producen en el equipo conversaciones abiertas? ¿Existe una voluntad de ayuda y de apoyo dentro del equipo? ¿Se ponen en común los posibles errores que se vayan cometiendo para que todos aprendan entre sí y se busquen soluciones a los problemas sobrevenidos? Si la respuesta es sí a todas estas afirmaciones, los miembros del equipo estarán más inclinados a hablar, contribuir y aportar al grupo y si la respuesta es no, el equipo dejará de ser ágil.

Un buen indicador para saber si el equipo va en la dirección correcta es observar si se evita la vulnerabilidad o, aún peor, si se castiga:
porque mantener conversaciones abiertas significa hablar de lo que de verdad importa, aunque incomode y esto nos hace vulnerables.
porque si alguien ayuda es porque otro necesita ser ayudado, toda una muestra de vulnerabilidad.
porque compartir un error es reconocer haber sufrido una desviación entre lo que debía suceder y lo que realmente ha sucedido, más vulnerabilidad.

Hoy en día sabemos que solamente los equipos crecen cuando se ayudan a buscar la perfección a través de compartir la imperfección, de construir, incluso con retales, una historia verdadera, porque el ser humano es así, imperfecto, pero su obra compartida puede acercarse a la perfección.

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